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Arlex Parra de Portal Fusión
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noviembre 20, 2014
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Para muchas compañías, entre ellas servicios financieros, salud o servicios online, la confianza digital es central en la relación con los consumidores.
En este entorno digital, cada negocio es digital. La confianza digital es la moneda de cambio de hoy y será central en el futuro. La quiebra de la confianza puede generar de forma muy rápida daños importantes a las empresas, tales como erosión en la imagen de marca o el abandono de clientes. Muchas compañías líderes en los sectores de la comunicación, los medios y la tecnología, reconocen la importancia doble de generar confianza digital, tanto a nivel de compañía como de agente global de la economía digital.
A partir de un estudio realizado a 23.000 individuos en 23 países, Accenture define confianza digital como la confianza puesta en las organizaciones para recolectar, almacenar y usar información digital de terceros de una forma que beneficie y proteja a quienes son los titulares de esa información.
Desde la perspectiva del consumidor, Accenture define cuatro dimensiones de la “confianza digital”, cada una de las cuales debe estar cubierta por las marcas que pretendan generar “confianza digital”.
Seguridad: “La información relativa a mi persona debe protegerse del robo o del uso no autorizado”.
Privacidad/Control de los datos: “Tengo información acerca de quién obtiene acceso legal a mi información personal, cuando lo hace y qué hace con ella”.
Percepción de beneficio y valor: “Mis datos personales no se utilizan para beneficio exclusivo de las empresas, si no que existe un beneficio mutuo relacionado con el objeto al que se dedica la empresa que almacena y explota mis datos”.
Transparencia: “Cuando acepto el uso de mis datos personales, tengo que tener garantías de que ese uso es responsable y tiene como objetivo favorecer mis intereses”.
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